Ferran Bono Levante-EMV-Cultura – Martes 09 de febrero de 2010

Sería mucho pedir que la Conselleria de Cultura promoviera alguna iniciativa. Que hiciera algo, además de patalear y manipular, como gusta a su titular, Trinidad Miró. Podría, por ejemplo, proteger sus bienes de interés cultural, como la torre vigía de Orpesa o el barrio del Cabanyal. Pero el patrimonio no parece una prioridad, a menos que sea religioso. Podría, al menos, sacar de su lacerante letargo al Museo de Bellas Artes San Pío de Valencia. La Generalitat se jacta de gestionar la segunda pinacoteca de España y, sin embargo, la deja languidecer con un presupuesto exiguo, un mantenimiento insuficiente y una programación muy poco ambiciosa. Ni siquiera cuenta hoy con un director titular. La notable colección del museo no merece tanta desidia. Tal vez la convocatoria de un concurso internacional ayudaría a relanzar el museo tras la adjudicación por parte del Ministerio de Cultura de su quinta fase de ampliación, en la que prevé invertir más de 14 millones de euros. Continúa leyendo »